La reconocida y longeva marca Saint Paris cuenta con patentes tanto de producto como de marca para su estofado caramelizado, sus huevos salados con yema caramelizada, sus tartaletas de piña caramelizada y sus turrones de leche condensada caramelizada. Ha recibido el Premio Especial/Excelente al Mejor Regalo Gastronómico de Taiwán del Ministerio de Economía del Yuan Ejecutivo, la certificación GSP de Excelente Servicio del mismo ministerio, el Premio Dorado al Sello de Servicio en Inglés del Consejo de Investigación y Evaluación, el título de “Rey de la Popularidad” del Consejo de Agricultura para su producto “Aroma de Pato”, el reconocimiento de Producto Característico del Consejo de Asuntos Hakka y la distinción entre los 100 Productos Turísticos Especiales de Taiwán.
La prestigiosa marca de 50 años Saint Paris posee patentes de producto y de marca para su estofado caramelizado, sus tartaletas “Wang Lai Zhuan” y sus turrones de leche condensada caramelizada. Ha sido galardonada con el Premio Especial/Excelente al Mejor Regalo Gastronómico de Taiwán del Ministerio de Economía del Yuan Ejecutivo, el título de “Rey de la Popularidad” del Consejo de Agricultura para su “Aroma de Pato”, el reconocimiento de Producto Característico del Consejo de Asuntos Hakka, la selección entre los 100 Productos Turísticos Especiales de Taiwán y los Diez Mejores Regalos de Nueva Taipéi 2008/2010. Saint Paris mantiene el espíritu taiwanés de diversidad, sencillez, austeridad y autenticidad, siguiendo el principio de “tres bajos y uno alto”: bajo en azúcar, bajo en sal, bajo en aceite y alta calidad, combinando calidad e higiene. Tras años de reputación acumulada, ha ganado la admiración y el reconocimiento de los consumidores. El “Wang Lai Zhuan” (tartaleta de piña) selecciona piñas de Guanmiao de primera categoría, las cuece lentamente con calabaza, sésamo y trehalosa importada de Japón, creando un “compota de piña y calabaza con trozos de fruta”. La masa utiliza mantequilla vegetal de Nueva Zelanda, leche en polvo y jarabe de arce canadiense, además de una exclusiva salsa de caramelo de vainilla. Con más de cincuenta años de experiencia en repostería y horneado siguiendo métodos tradicionales, presenta bajo su oscura superficie un carácter imponente y majestuoso.