El comienzo de MIT Cafe surge de ella, que, sin importar lo adverso del entorno, hace todo lo posible por expresar su forma de amar.
Quien tuesta los granos llenos de emoción y sentimiento, y crea postres que al probarlos despiertan alegría, es la fundadora de MIT Cafe.
Cada vida llega llorando a este mundo; ella desea, con todo lo que puede, compartir el sabor de la felicidad para que todos sientan
calidez y bienestar, y se vayan de nuestra MIT con una sonrisa.
La máxima más importante de MIT es: que el cliente tenga otro hogar y cocina cálidos.
Su conocimiento del café radica en el sentimiento;
su obsesión, en la salud;
el café que tuesta extrae el aroma de las emociones: alegría, satisfacción, esperanza…
Emociones como éstas quiere compartir con cada persona que tenga la oportunidad de conocernos.
Aquí el café ya no es solo una bebida, sino una actitud ante la vida.
En MIT los postres no son solo postres: «dulce» significa dulzura; «punto» es el lugar,
así que nuestros postres son el lugar donde reside la dulzura.
Cafés especiales
Queremos que cada taza que beba el cliente sea sana y libre de tóxicos.
Ofrecemos 8 cafés de especialidad, entre ellos granos de la Finca Anching, establecida en Nicaragua por un médico taiwanés que aplicó biotecnología agrícola, comercio justo, y los atractivos Red Cherry y Paradise.
Cada grano es tostado por la fundadora con el deseo de compartir una fragancia feliz; por su calidad, su frescura
y porque está lleno de amor, cada café deja un dulce regusto y una impresión duradera.
La presentación de nuestros cafés es única: describimos la experiencia de cata en forma humanizada, mostrando la personalidad y el carácter de cada grano, sumergiendo al cliente en la historia, para que, según cómo se sienta con ese café, escriba
su propia historia.
Página de fans: https://www.facebook.com/pages/MIT-Cafe/591545254201189?sk=timeline
